martes, 1 de noviembre de 2011

Función entre regiomontanos y otras linduras en Santa Fé

Arriba el Nortí, ...ì señiiiior!



... Nos invita la anfitriona Tere a su casa el pasado Viernes 28 de Octubre. Nos trasladamos hasta aquel extremo de la ciudad del Distrito Federal, donde en algún momento hubo basureros que parecían infinitos y ahora han desaparecido, para convertir la zona en una de las más elegantes y cosmopolita.

...Nos fuimos pues, atómicosamente hasta allá, donde se cuecen importantes transacciones económicas de nuestro país...

Llegamos a una departamento bien iluminado, con grandes ventanales que dan hacia una vista de muchos más edificios igualmente modernos y elegantes. Tere, la anfitriona nos recibe con una gran sonrisa y nos muestra su casa, con tal gozo de compartirla, nos permite mover,
acomodar,
señalar,
pasar,
poner,
quitar... de los mismos elementos que ella ahí tiene, para ir poco a poco, y de la forma más sencilla, convirtiendo el espacio personal, en uno teatral. (Y que evidentemente no será convencional)

Llegamos todos emocionados, como siempre, como cada fin de semana, jugando, parlinchando;... el grupo está contento...
Cada vez se trata de entrar a un espacio distinto, cada vez sucede que nos provocan cosas distintas (obvio) cada espacio.

Cada espacio es un arribo a lo desconocido y esto nos sugieren muchas otras...
El nerviosismo y la adrenalina del "antes de dar función" se oye en los atómicos cuando
reír,
decir, molestarse entre sí,
bromear...

es parte de la noche.

Cada uno de los actores va y vuelve, mide su "terreno", y murmulla una que otra cosa.

Luego llega la hora de ocupar un cuarto, el que nos disponen para el vestuario y maquillaje.

Estamos listos y la gente empieza a llegar. Desde le cuarto se escucha un cantadito que nos gusta mucho...





Todos o casi todos los invitados son del norte, por azares del destino han llegado a esta ciudad chilanga y se escucha el hermoso cantadito del bendito Norte.

En nuestro cuarto reservado (camerino) empezamos a repasar texto, ...como norteños, con el cantadito que tanto nos gusta.
Estiramos, calentamos, leemos, chiflamos, ... respiraciones una y dos... antes de salir a escena...

El atomicoso equipo se prepara para salir.

La anfitriona nos presenta, pide que no se fume durante la función, ofrece un traguito más a sus invitados y damos la famosa función.

De la risa tímida a la explosión gigante de la carcajada, la obra concluye y la tertulia comienza en la sala de ésa casa.

Por desgracia éste México está ahora pariendo el mismo tema: violencia.

Nuestra obra habla, siempre mediante el humor negro, de la violencia urbana, contemporánea..., habla una violencia psicológica, emocional... Además de la física y la verbal y de cómo es que estamos inmersos como seres humanos en este círculo vicioso.

... El público desfoga, ríe, habla de lo que vio, de cómo se siente identificado, de lo que piensa al respecto. Comparte en voz alta, habla de sus miedos, y de sus anhelos, nos hacen partícipes de lo que les provocó la obra.

Se agradece tanto,
para nosotros el público es parte fundamental del teatro. No solamente para que sea enunciado así, sino porque verdaderamente queremos escucharlo, hacerlo partícipe para saber por dónde anda la cosa y qué más podemos compartirles que les parezca interesante y divertido;

esto es y ha sido parte del sentido que tiene ésta experiencia de querer llevar teatro de casa en casa.

¡Démosle vuelo a la hilacha!

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